Resumen
Construir un instrumento de medición psicológica tiene un alto grado de complejidad, pero varios autores entregan una amplia gama de herramientas para llegar al objetivo de elaborar un instrumento, el cual puede ser confiable y valido. Esto constituye un aporte enorme para la Psicología, como un gran sustento científico, ya que, la construcción de pruebas psicológicas requiere de métodos científicos estadísticos y cuantitativos.
Palabras claves: psicometría, confiabilidad, validez, instrumento psicológico.
Introducción
Para medir en situaciones practicas, generalmente disponemos de instrumentos que nos dan resultados fijos y precisos en forma de puntajes, tal es el caso de todos los instrumentos con los que medimos longitud, peso, espacio, tiempo, etc., donde los resultados se dan en centímetros, gramos, decilitros o segundos. (Magnusson, 1998, pág. 13). Esta breve cita nos da a conocer que medir objetos concretos, palpables, y además generalizables no es un problema, pero, ¿qué sucede con aquello abstracto?, ¿Cómo realizar la medición a una variable psicológica?, entendiendo que medir una variable de este tipo, es toda característica que poseen diferentes individuos en cantidades distintas. Sin embargo, la Psicometría[1] se ha encargado de medir dicha variable, y para lograrlo, varios autores como David Magnusson, Kerlinger, Festinger, y Thorndike han aportado para dicho fin. Estos aportes como la planeación de la elaboración de pruebas, elaboración de ítems para una prueba, pruebas y escalas objetivas. Asimismo y fundamental son los conceptos Confiabilidad y Validez. Entregan las herramientas para aquellos profesionales que se disponen a construir pruebas de medición psicológica.
Desarrollo
Las ocupaciones de la psicometría se enmarcan en elaborar, evaluar y aplicar instrumentos (Escalas de actitud, pruebas de habilidad, etc.). Construir un instrumento que mida un fenómeno o capacidad que no se puede medir con una pesa o termómetro requiere de un trabajo más arduo. Pero como lo mencionamos anteriormente, varios autores se encargaron y se están encargando de formular las bases para crear pruebas psicológicas.
Estas formulaciones comienzan con el cuestionamiento de “medición de las variables psicológicas”, como se dijo anteriormente, este concepto es discutido debido a lo complejo de poner números a cantidades abstractas, como medir una habilidad matemática. Por ende construir o elaborar instrumentos psicológicos es una de las tareas más complejas. Compleja en el sentido de que para crear una prueba es necesario un conocimiento amplio de lo que se quiere evaluar, y en este caso, conocimiento de un factor abstracto. Al mismo tiempo que el instrumento mida lo que se desea medir, este último concepto, medición, es asignar números a las cantidades de las propiedades de los objetos de acuerdo con reglas dadas cuya validez puede probarse empíricamente (Magnusson, 1998, pág. 13). Unos de los consejos para disminuir la complejidad de lo que se desea medir, es tener una idea, tan clara como sea posible, de la secuencia completa de las operaciones, antes de que se inicie el trabajo (Thorndike, Planeación de la elaboración de pruebas, pág. 25), de esta manera la construcción de la prueba tendrá un objetivo claro durante la elaboración de cada etapa de la misma. Esto da la posibilidad de tener la idea clara de lo que de verdad se quiere realizar, asimismo ayuda a que todo el que participa en la construcción, conozca claramente los pasos a seguir, con el fin de lograr un ambiente de colaboración y eficiencia en relación al instrumento.
Más específicamente, para entregar mayores bases para la construcción de pruebas, Thorndike aporta con los componentes para desarrollar el plan de elaboración de pruebas (Thorndike, Planeación de la elaboración de pruebas, págs. 25-26), estos son 1) definir claramente el atributo latente o constructo[2] que se desea evaluar con el instrumento, 2) enunciar los usos que tendrá el instrumento, refiriéndose al tipo de sujeto al que está dirigido, 3) Indicar las restricciones de tiempo, medios y condiciones pruebas con las cuales se desea aplicar el instrumento, 4) especificar el contenido, indicando detalladamente los temas a estudiar, las habilidades que se detectarán, 5) Especificar el formato de los ítems de la prueba, 6) Realizar un plan de pruebas de eficacia de los ítems propuestos y del análisis de los resultados de las pruebas, con la finalidad de seleccionar los ítems que deban incluirse en el instrumento final, 7) especificación de los parámetros estadísticos que se deben incluir en la prueba terminada, para asegurar el logro del nivel requerido de dificultad y contabilidad, 8) Formulación de los procedimientos que se van a utilizar para estandarizar las pruebas 9) un bosquejo de otras actividades de
recopilación de información y análisis que deban llevarse a cabo para evaluar validez, desviación y similares. 10) finalmente formular un plan para la organización del manual de la prueba, y cualquier otro material auxiliar que sea necesario.
Asimismo, elaborar ítems es de vital importancia al momento de construir un instrumento, esto permitirá posteriormente verificar si cada ítems tiene un alto grado de discriminación o dificultad (más adelante se especificarán estos conceptos) como también permitirá disminuir el grado de ansiedad del sujeto a evaluar, es decir, toda prueba tiene instrucciones, y en este caso las instrucciones proporcionan la información detallada de la prueba al individuo, la cual debe ser clara, especifica y adecuada al tipo de prueba para evitar malos entendidos de parte del individuo (Thorndike, Elaboración de ítems para prueba, pág. 50). Por otro lado, cada tipo de prueba se compone de un tipo de ítems, por ejemplo para una prueba de actitud deben ser una frase que exprese claramente una idea, evitando oraciones compuestas, utilizando un vocabulario simple. Siguiendo esta lógica de los aportes de varios autores a la psicometría y por ende a la construcción de pruebas de medición psicológica, también nos encontraremos durante la elaboración, en este caso al momento de evaluar los resultados, con conceptos fundamentales para tener fe en nuestros resultados, estos son confiablidad y validez. El primero es importante para que los datos obtenidos con diferentes tipos de instrumentos de medición puedan usarse en situaciones prácticas. Este se define como la exactitud de la medición, independientemente de que uno esté realmente midiendo lo que ha querido medir (Magnusson, 1998, pág. 78), por ejemplo, si uno prueba la confiabilidad de un test de aptitud escolar, la medida de confiabilidad que se obtiene de este test, es una medida de la capacidad de los test para entregar los mismo resultados en repetidas pruebas, sin importar si el resultado tiene que ver o no con la aptitud de los niños para la escuela. (Magnusson, 1998, pág. 78).
La medición de la confiablidad puede realizarse a través de formulas matemáticas, como el modelo de alfa de Cronbach, calculo por división de mitades, entre otros.
El segundo concepto, validez
Conclusión
“El desarrollo de nuestra ciencia seguirá probablemente el modelo de toda ciencia, haciéndose cada vez más matemática a medida que las ideas fundamentales se formulen de manera más rigurosa.”
Bibliografía
Magnusson, D. (1998). Teoría de los test (Tercera reimpresión ed.). (J. Aguilar, Trad.) México: Trilla.
Thorndike. En Thorndike, Planeación de la elaboración de pruebas.
Thorndike. Elaboración de ítems para prueba. En Thorndike.
[1] Disciplina científica encuadrada dentro del marco de la Metodología de las Ciencias del Comportamiento y directamente relacionada con el campo de la medición psicológica. Cuyo objeto es medir los aspectos psicológicos de una persona.
[2] Concepto abstracto, por ejemplo, habilidades sociales o matemáticas.
